Padre Dios, es tanto lo que tengo que agradecerte, la lista es infinita; pero hoy especialmente quiero darte las gracias porque enviaste a tu propio hijo a padecer represiones indignantes en el mundo, para que yo pueda entender el verdadero significado del amor. Un amor puro, humilde, sano, que nos pide entrega total, y que nos permite ser felices. Un amor que nos hace ser mejores personas y construir un mundo más digno.                        

Gracias señor por todo lo que a diario me regalas y me prestas; por los días soleados o nublados, por las noches tranquilas o inquietas; por la salud y también por la enfermedad; por la tristeza y por las alegrías; por todo lo que pones a mi alrededor: manos amigas, niños, sonrisas, paisajes, flores, estrellas, animales y ríos.  Gracias por las grandes oportunidades de trabajar, estudiar y por permitirme acercarme a ti, estoy seguro que siempre tienes tus brazos abiertos para mí.

Gracias por mis carencias, dificultades, miedos y lágrimas, esto me ha acercado a ti más íntimamente.

Gracias por mi vida, mis sentidos, mis capacidades y talentos, gracias por iluminarme con tu espíritu y ayudarme a tomar decisiones. 

Gracias por ser mi amigo íntimo, el único que conoce todo sobre mí, hasta lo que yo mismo ignoro.

Gracias porque tengo mucho más que agradecerte y poco que pedirte.

 

 

 

!Nosotros¡

Información general aquí​​
Propiciamos las condiciones del bienestar a toda nuestra comunidad universitaria garantizando su proyección, mejoramiento y crecimiento,
con el fin de trascender de forma positiva no solo en lo personal, sino también en el ámbito institucional. Bienvenidos