La familia es un agente socializador, en otras palabras, es un ente fundamental para que los hijos conozcan el medio social en que viven y aprendan a interactuar e integrarse en él. En este sentido, la familia tiene una gran responsabilidad en la educación y formación de los hijos, en la que el ocio también forma parte de este proceso.

La responsabilidad de la formación de las personas es compartida con la escuela, otra instancia socializadora. Ésta debe contemplar la importancia de la creatividad, del desarrollo de la imaginación y de un ocio enriquecedor y no solamente dedicarse a la transmisión de conocimientos.

  

Por esta razón, desde la Familia y la Escuela, se debe acordar un modelo de persona y asumir el compromiso de ser coherentes con él, favoreciendo la creatividad, la imaginación y un sentido formativo y autoformativo de la personalidad, en el que el ocio actúe como un elemento equilibrador y lúdico. 

El ocio es enriquecedor en tanto que favorece la psicomotricidad de los niños. Por ejemplo, los juegos infantiles, los cuentos, las canciones ayudan a desarrollar la coordinación de movimientos y la expresión en todos sus niveles. Es importante, que en la medida en que el niño crezca y empiece a tomar sus propias decisiones, aprenda a leer aquellos cuentos que antes le gustaba escuchar o a asistir a eventos infantiles en los que pueda interactuar con más niños.

   

A continuación planteamos algunos interrogantes para los padres de familia, que los llevarán a reflexionar sobre la necesidad de acompañamiento a los hijos en el tema del ocio y tiempo libre:

  • ¿Sabe a qué dedican sus hijos su tiempo libre?

  • ¿Comparte con ellos su tiempo libre?

  • ¿Fomenta la participación de su hijo en actividades culturales, deportivas, musicales..?

  • ¿Tiene o se permite tener tiempo libre para usted?
Seguramente, si es padre de familia, luego de responder estas preguntas, habrá sentido la necesidad de hacer mayor acompañamiento y seguimiento a las actividades de sus hijos. Por eso, recomendamos:
  1. Ayude a su hijo a hacer un horario de actividades diarias donde considere el tiempo libre como parte de éste.

  2. Dedique esfuerzos a la búsqueda de actividades para ocupar el tiempo libre y a la motivación de los hijos para su utilización. Aquí encuentra algunos ejemplos:

    • Recursos culturales (lecturas, cines, teatros, televisión, radio, conciertos), deportivos (deportes de competición, deportes al aire libre, artes marciales…), viajes y de talleres de formación sobre diferentes aspectos (música, baile, pintura, bricolaje, escritura, fotografía…)

  3. No se puede pretender que los hijos desarrollen hábitos adecuados en la ocupación del ocio y el tiempo libre, si en la familia lo que se aprende son hábitos inadecuados: abuso de televisión, falta de actividades deportivas o culturales. Por eso es fundamental, que los hijos vean coherencia entre el discurso y los actos de los padres.

  4. Tenga en cuenta los siguientes puntos para aconsejar a su hijo en la elección de una actividad a realizar durante su tiempo libre, por ejemplo:

  • La actividad debe ser elegida libremente por él o ella.

  • Que ésta no tenga fines de lucro

  • Sea agradable para él o ella

  • Que no le cause daño a él o ella

  • Que no cause daño o perjudique a otros

  • Y por último debe tener un objetivo.

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