Vivimos en una sociedad en la que asumir un estilo de vida saludable es cuestión de pocos. Es común asociarla con aburrimiento, dificultad, sacrificio y privaciones. Sin embargo, es la única forma de sentirse bien, enfermarse menos y definitivamente llevar una mejor calidad de vida. No se trata de privarse, más bien de reemplazar poco a poco hábitos actuales por nuevos, más saludables.

Aquí te mostraremos los enemigos más comunes del mejoramiento de tu calidad de vida, y unas sencillas formas de combatirlos.

Vivimos en una sociedad en la que asumir un estilo de vida saludable es cuestión de pocos. Es común asociarla con aburrimiento, dificultad, sacrificio y privaciones. Sin embargo, es la única forma de sentirse bien, enfermarse menos y definitivamente llevar una mejor calidad de vida. No se trata de privarse, más bien de reemplazar poco a poco hábitos actuales por nuevos, más saludables.

Aquí te mostraremos los enemigos más comunes del mejoramiento de tu calidad de vida, y unas sencillas formas de combatirlos.

 

Sedentarismo.

 Organiza tu tiempo, además de trabajar y estudiar, te quedará tiempo para realizar actividad física. ¡Estamos seguros  de eso! Elige aquellas actividades que más te gustan, y si es posible hazlo en compañía de otros. Debes saber que además de pasarla bien, estás llevando salud y vitalidad a tu cuerpo.

Pereza.

 ¡Levántate del sofá! Hay un mundo allá afuera, lleno de posibilidades y cosas divertidas por hacer.

Comida chatarra.

 Progresivamente ve incorporando comida saludable, sabemos que no es fácil hacerlo de golpe.  Ve incluyendo más frutas, menos harinas, más verduras, menos grasas.

Odio a las verduras.

 Quítate la idea de la cabeza que las verduras son insípidas y saben mal, hay diversas formas de prepararlas. Realmente, las recetas pueden ser tan deliciosas como otras.

Dulces y gaseosas en exceso.

 Refréscate con bebidas con bajo contenido de azúcar, el dulce hace que te dé más sed.

Dietas mágicas para bajar muchos kilos en pocos días.

 Las dietas mágicas no existen.  No pretendas bajar muchos kilos en pocos días, si así fuera, tu cuerpo sufriría y se desestabilizaría a niveles muy peligrosos.